Familias animadas, Parte II: Los Sónico - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

miércoles, 20 de agosto de 2008

Familias animadas, Parte II: Los Sónico

Anterior: Los Picapiedra

Cuando una serie de Hanna-Barbera tenía éxito, la casa productora repetía la fórmula una y otra vez hasta el cansancio. Como Los Picapiedra se ubicaban en el pasado, el siguiente paso obviamente era avanzar hacia el futuro.


The Jetsons (1962-1963, 1985-1987)




Herederos directos de los Picapiedra, llegó la familia Sónico. Por qué su programa se llamó Los Supersónicos es un misterio, porque el único Súper es el padre, mientras que el apellido de la familia es Sónico. De cualquier forma, una traducción más literal del apellido Jetson sería Aviónez o Cohétez. Pero en fin, eso es irrelevante.

La idea era la misma que Los Picapiedra: representar a la moderna familia americana en otra época. De nuevo, el cambio de era permitía que las parodias fueran ingeniosas, trocando los nombres de personas y lugares por referencias al espacio y la tecnología, y haciendo paralelismo entre situaciones del mundo contemporáneo con hipotéticas peripecias en el futuro.

La serie original tuvo escaso éxito, lo que provocó que se cancelara tras un año. Vivió apenas entre 1962 a 1963. Esta primera temporada se basaba en una visión futurista de la década de los 60. Por ello el diseño del futuro es tan "retro", pues recuerda a los momentos más optimistas y ensoñadores de la "era atómica".

Pero a pesar de que no se siguieron produciendo nuevos capítulos, la serie continuó retransmitiéndose por las décadas siguientes, lo que aumentó a niveles insospechados su escasa popularidad inicial. Así, en 1985, Hanna-Barbera decidió producir una nueva serie, que duraría hasta 1987.

Para reconocer la serie de los 60 de la de los 80, hay que fijarse en los siguientes detalles:

  1. El doblaje es distinto. En las de los 80 hay como cinco actores que doblan a todos los personajes. En la de los 60 el jefe de Súper es el señor Espacial, mientras que en la de los 80 es el señor Júpiter.

  2. Obviamente, la coloración, la animación, el sonido y el diseño de los personajes y fondos son mejores en la serie de los 80.

  3. Robotina sólo aparece en dos episodios de la serie original, mientras que Órbitus sólo aparece en la versión ochentera.

  4. Aunque el diseño de los vestidos y de la mayoría de los aparatos era el mismo, en la primera serie la tecnología está basada en cohetes y aparatos hidráulicos. En la segunda hay una mayor participación de robots y computadoras. También salen muchos más extraterrestres.

  5. La de los 60 era una sitcom: los temas se centraban en las relaciones de familia y en la vida cotidiana. La de los 80 era más de ciencia-ficción, de aventuras y de viajes. El humor de la segunda serie era más caricaturesco.

  6. En la serie de los 60 había una secuencia al final de cada capítulo en la que Súper llega a casa y saca a pasear al perro, quedando después atorado en una caminadora. En la serie de los 80 no existe tal secuencia: sólo hay imágenes fijas y créditos.

La Familia


El padre: Súper (George) trabaja tres horas al día y tres días a la semana apretando un botón para fabricar engranes en la empresa del señor Júpiter. Aún así, se queja de trabajar mucho. Aunque es bobalicón y pusilánime, a diferencia de otros padres de familia de TV, no es gruñón ni autoritario. Si a veces es descuidado, se debe a su propia torpeza y no a falta de interés hacia su familia. De hecho, es un padre amoroso y un marido atento. Es delgado y sería el primero de una corta tendencia de hacer padres de familia que no sean obesos. Se deja mangonear por su jefe, al cual le tiene pavor.

La madre: Ultra (Jane) es ama de casa. Todo lo hace apretando botones para que las máquinas hagan su labor. Aún así, se queja de trabajar mucho en el hogar. Es un personaje más bien plano, sobre todo si se le compara con Vilma Picapiedra: sin cambios de humor y siempre optimista, Ultra Sónico es el ama de casa y madre perfecta. Nunca, por lo menos que yo recuerde, tendrá una discusión fuerte con Súper.


Los hijos: Lucero (Judy) es una adolescente estereotipada: sólo piensa en moda, centros comerciales y estrellas de pop. Sostiene largas conversaciones por teléfono y cambia de novio cada dos semanas (en mi rancho eso es ser casquivana, pero la serie lo aborda de forma muy cándida). En fin, el único papel de Lucero en la serie es hacer de parodia de los adolescentes y rara vez contribuye de alguna forma al desarrollo de la historia.

Cometín (Elroy) es un genio preadolescente. Como todo niño, gusta de las series de TV sobre vaqueros espaciales y superhéroes, y de jugar algún deporte. Fabrica dispositivos increíbles que muchas veces constituyen el centro de la trama de cada capítulo. Tanto Lucero como Cometín tienen un buena relación con sus padres y prácticamente nunca hay confrontaciones.

Los demás: Robotina (Rosie) es la sirvienta, la chacha y la nana. La que hace todo en la casa. Es claro que su rol social se debe al hecho de que es un robot (el equivalente de los hispanos en el futuro, supongo). En ninguna de las otras familias animadas habrá una sirvienta.

Señor Júpiter (Spacely) es el jefe despótico e iracundo de Súper. Lo mangonea a su antojo, lo despide y recontrata, o lo asciende y degrada cuando se le da la gana. ¿Que no hay sindicatos en el futuro? Como buen ricachón capitalista culero, siente que tiene derecho a carajear a todo el mundo. Su enemigo mortal es otro capitalista culero, el señor Cogswell, que también fabrica engranes. Por alguna razón desconocida, Súper le es fiel a Júpiter en su competencia contra Cogswell.

Análisis:


Empezaré por decir que es una serie de ciencia-ficción poco ingeniosa y visionaria: Casi toda la tecnología es tomada de lugares comunes del género y es incapaz de imaginar nada nuevo. Por ejemplo, hay autos voladores, pero no tienen luces direccionales, así que hay que sacar el brazo antes de dar la vuelta. Y claro, la gente sigue escuchando música en discos de acetato. Pero eso es lo de menos: ni siquiera pudo imaginar cambios sociales importantes.

Nótese que la configuración de la familia es siempre la idealizada: papá trabajador, mamá ama de casa e hijos (y perro). La relación entre ellos es perfectamente armoniosa. Nunca se explora la brecha generacional y el personaje de Lucero sólo está ahí para hacer de estereotipo, lo que demuestra la poca comprensión de los creadores por los adolescentes. La serie está vista desde la situación del adulto en la década de los 60.

Al igual que los Picapiedra, la serie ignora por completo las convulsivas épocas en las que se desarrolla. Ni la politizada juventud de los 60, ni los depresivos adolescentes de los 80 encuentran espacio aquí para ser representados. Era inconcebible que los hijos tuvieran algún conflicto con los padres, eso no se hace. En la serie de los 60 nunca aparecerá un personaje afrodescendiente; en la de los 80 habrá alguno ocasional.

Súper y Ultra son personajes mucho más planos que Pedro y Vilma. Mientras Pedro hacía toda clase de artimañas para escapar al ojo vigilante de su esposa y así poderse ir a jugar boliche en vez de asistir a la ópera, Súper siempre hace lo que se espera de él. Es quizá mejor persona, pero no tan simpático de observar como Pedro.

Ultra es ama de casa porque no puede ser de otra manera, no importa que sea el futuro: el papel de una mujer es ése. Punto. En cada secuencia inicial se le acusa de ser una especie de parásito que se queda con todo el dinero de Súper, para ir de compras al centro comercial. Feministas, rabien.


Los Sónico tienen una sirvienta, a diferencia de todas las otra familias animadas. Eso nos indica que estaban en una posición social más relajada. La relación entre los Sónico y Robotina está también idealizada. Ella es muy feliz con su labor de sirvienta y los demás la consideran parte de la familia. Desde luego, no podía ser de otra manera.

Si en algo resultó visionaria la serie fue en el hecho de que Súper trabaja sólo tres horas al día y sólo tres días a la semana, sugiriendo que en el futuro la gente trabajaría menos. Pero hasta ahí se queda la profecía, porque el señor Júpiter es un jefe abusivo y explotador. Al parecer, para los creadores de la serie, los derechos de los trabajadores no iban más allá de lo representado. 

De hecho, fue el economista John M. Keynes quien imaginó un futuro en que todos trabajaríamos menos y tendríamos más tiempo para el ocio y cultivar nuestra mente y espíritu. Pero eso lo dijo en una etapa en la que el capitalismo parecía estar evolucionando hacia una versión más humana. Fue la misma época en la que el Estado de bienestar construido tras la Segunda Guerra Mundial permitió el ascenso de las familias de clase media; era natural que en ese entonces se imaginaran que todo seguiría mejorando. No fue así, el neoliberalismo lo desbarató todo, destruyó a la clase media y agravó las desigualdades del capitalismo. Hoy en día es imposible tener una vida como la de Pedro Picapiedra o Súper Sónico con un solo padre de familia trabajador.

Las aventuras de esta familia futurista, por lo demás, son muy limitadas: Cometín inventa alguna cosa que mete a todos en problema, Cogswell está superando a Júpiter en ventas y entonces hay que ganarle, Súper es despedido/ascendido a vicepresidente/degradado... y así sucesivamente.

Conclusiones:


Los Supersónicos era una serie más evidentemente conservadora que su predecesora, Los Picapiedra. Casi no hay sátira social ni referencias a la cultura popular. Aunque tiene algunos buenos momentos, en general el humor es menos ingenioso y divertido. Como se ha advertido, los personajes son más planos.

Es, en fin, una serie bastante sosa que aportó poco a la evolución de las familias animadas. Aún así, se ha convertido en un clásico. Supongo que porque le tiraba más a los niños que a los adultos logró hacerse de un público. También tiene cierto encanto enraizado en la nostalgia vista desde nuestro presente tan duro: nos remite a una época en la que todavía creíamos que el futuro podría ser maravilloso.

Curiosidades:

Hanna-Barbera quiso hacer una serie sobre los hijos Sónico ya crecidos, pero no se la aceptaron. Como consecuencia, surgió la serie The Partridge Family 2200 AD, una de ésas de las que nadie se acuerda.

Hubo una película en la que los Sónico conocen a los Picapiedra, uno de los crossovers más esperados del mundo. Lucero tuvo su propio largometraje animado, en el que es una estrella del pop "ochentera". En la película, a la música que toca Lucero se le llama "rock", pero es en realidad pop tipo The Bangles. Ella salva al universo con el poder de la música.

En una ocasión, la revista Mecánica Popular declaró a Los Supersónicos como la peor serie de ciencia-ficción de la historia. Yo leí ese número, pero luego lo perdí y no hallo la referencia, así que no me tienen que creer.

Como Hannah-Barbera se fusilaba casi todo de algún lado, Súper Sónico está basado en Lorenzo Parachoques, de los cómics de Lorenzo y Pepita. No los analizaremos en esta serie, porque no son animación.

Como vimos la vez pasada, estas viejas caricaturas, llenas de candidez y completamente libres de toda morbosidad, han sido víctimas en retroactivo de los vatos morbosos de la red. Como resultado, volcaron sus fantasías en las mujeres Sónico. Hablamos de estos temas en el epílogo de esta serie, titulado Familias animadas: MILFs.


2 comentarios:

Joaquín Peón Iñiguez dijo...

jaja,genial mike, tienes que publicar estas series en algún medio impreso... te faltó poner esta maravillosa parodia de family guy http://tubearoo.com/articles/85876/Family_Guy_The_Jetsons.html

Ricardo E. Tatto dijo...

Me cae que están rebuenas las chicas Sónico, y Pebbles, Vilma y Betty no se quedan atrás...
Maldita sea Mike, acabas de destruir el último resquicio de inocencia que tenía dentro!

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