Los últimos Jedi - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

domingo, 31 de diciembre de 2017

Los últimos Jedi


Fui a ver Los últimos Jedi la misma noche en la que se estrenó. No había hecho una reseña porque quería verla una segunda vez; desafortunadamente no he podido. En el ínter, he estado reflexionando y reflexionando sobre lo que vi en las pantallas de cine esa media noche. He estado leyendo muchas reseñas, críticas y análisis de la película, tanto de los que la amaron como de los que la odiaron. Como quería que ésta fuera mi último texto del 2017, aquí lo tienen. Empecemos por establecer ciertos puntos…

SPOILERS ARE THE PATH TO THE DARK SIDE
SPOILERS LEAD TO ANGER
ANGER LEADS TO HATE
HATE LEADS TO THE ALT-RIGHT


No me gusta la premisa de la Nueva Trilogía


No es que no esté de acuerdo con la idea de una nueva serie de aventuras, es que no me gusta el enfoque que desde un inicio le han dado a ésta. La Trilogía de Precuelas narra la caída de una República y su transformación en un Imperio. La Trilogía Original narra el triunfo de una Rebelión contra ese Imperio. En seis películas tenemos una historia redondita (dejando de lado los agujeros argumentales de las precuelas).

Detalles más o menos, el Episodio IV inicia en un mundo creado por los hechos del Episodio III. El Episodio VII no inicia en el mundo creado por lo que sucedió en el Episodio VI. La Nueva Trilogía es retroceso, un reset a una situación demasiado parecida a la de la Trilogía Original. Lo peor, ni siquiera nos dicen cómo se llegó a esta situación. Para eso hay que leer las nuevas novelas y cómics (que obviamente voy a terminar haciendo, tal es mi nivel de ñoñez).

El conflicto es esencialmente el mismo: una banda de rebeldes oponiéndose a una tiranía fascista. Digan lo que digan de las precuelas, en cada una de ellas se esforzaron por mostrarnos situaciones diferentes, incluso cuando hacían paralelismos con la Trilogía Original. La Guerra de los Clones era un conflicto de escala y motivos muy diferentes a los de la Rebelión; las fuerzas beligerantes, la República y la Confederación, eran muy distintas a la Alianza Rebelde o al Imperio. En cambio, la lucha entre la Resistencia y la Primera Orden es prácticamente idéntica a lo que ya vimos en los Episodios IV-VI. Hasta con los mismos uniformes. X-wings y TIE Fighters otra vez. ¡Otra Estrella de la Muerte! Es insultante.


Lo más ofensivo es lo que hicieron con nuestros héroes, con Han y Luke. Leía sigue conservando su dignidad y fortaleza (y la amamos por eso), pero quieren hacernos creer que, estos personajes a los que vimos crecer de un cínico egoísta y un mocoso remilgón a un líder guerrero y un maestro Jedi, ante un fracaso se retirarán del mundo y dejarán a aliados, amigos y familiares solos. Y no, no es que quiera que mis héroes sean infalibles; claro que espero verlos fallar, ser derrotados y luego levantarse para superar las dificultades. Pero tampoco quiero que sean un completo fracaso.

La situación en la que inicia la Nueva Trilogía hace de la victoria de El Regreso del Jedi algo poco menos que insignificante. Sidious y Vader han muerto, pero ¿qué más da? Hay un nuevo Emperador siniestro y deforme; hay un nuevo Caballero Negro que ejecuta sus mandatos. Hay hasta nuevos Stormtroopers.

Las secuelas deben expandir una historia, no repetirla. Yo pienso que la Nueva Trilogía debió tomar a nuestros héroes, con los logros que ya habían conseguido, y enfrentarlos a nuevos desafíos, a situaciones inéditas, que no hubiéramos visto antes.

Por ejemplo, el Canon de Leyendas presentó la guerra Yuuzhan Vong, en la que una raza proveniente de fuera de la Galaxia, que navega planetas enteros, invade la Nueva República unos 20 años tras la caída del Imperio. No digo que las películas debían haber adaptado alguna de las historias del viejo Universo Expandido (muchas de las cuales son también repeticiones de lo mismo: el Imperio renace y construye otra superarma…), pero sí habría preferido que pensaran en algo nuevo.

En fin, ya lo había dicho en mi reseña de El despertar de la Fuerza: las precuelas fueron criticadas porque no se sentían como Star Wars. Esta nueva película tiene tanto miedo de no ser Star Wars que pierde la oportunidad de ser algo más que otro capítulo genérico.

Ahora, dicho todo lo anterior…

Amé Los últimos Jedi


Una vez que acepto que así es la Nueva Trilogía, que ésta es la historia que nos van a contar, tengo que admitir que El despertar de la Fuerza es una buena película, a pesar de ser un soft remake de Una nueva esperanza. En la misma línea Los últimos Jedi es una gran película. ¡Es increíble! Grité, aplaudí, lloré y salí del cine con un hype que no se me ha pasado dos semanas después.

¿Por qué me gustó tanto? Bueno, tiene todo lo que ha hecho a la saga de Star Wars grandiosa: aventura, emociones, drama humano, una lucha épica entre el bien y el mal, mundos exóticos y, bajo todo eso, reflexiones acerca de los temas eternos y universales de la humanidad. Se ve que Rian Johnson ama esta saga.

Pero sobre todo, estaba marcando un nuevo camino, estaba mostrándonos cosas nuevas por primera vez en años. Fue sorprendente. A partir de cierto punto, yo no tenía ni idea de por dónde iba a ir la película. Cuando parecía que iba a repetir El Imperio contraataca, subvirtió la fórmula y canceló incluso la posibilidad de que se repitiera El regreso del Jedi. Es la única que deconstruye la mitología creada por estas películas y que se pone hasta metaficcional. De hecho, si algo no me gusta de esta peli es que empezó un poco tarde con eso de irse por lo nuevo.

Deja morir el pasado


Ahora, me preocupa que muchos fans hayan entendido que el mensaje de la película sea “Deja morir el pasado; mátalo si es necesario”. No sé si lo notaron, pero quien enuncia esa frase es el villano. Quien sigue esa máxima, Kylo Ren, es un individuo agobiado por sus demonios internos, dispuesto a destruir todo lo que le rodea, incluso a asesinar a sus propios padres, alguien que no le es fiel ni a sus aliados en la maldad. Sólo alguien así está dispuesto a enterrar su pasado, lo bueno y lo malo, sin miramientos.

No, los mensajes de esta cinta son “el mejor maestro es el fracaso” y “no se trata de destruir lo que odiamos, sino de preservar lo que amamos”. En conjunto nos dice que debemos dejar atrás lo que nos impide seguir creciendo, pero que debemos preservar lo que hay de bueno.

El viejo camino de los Jedi (con sus academias, templos y códigos) ya no era viable en el nuevo mundo que había quedado tras la caída de la República (eso lo admite el mismo Yoda en la novelización de La venganza de los Sith), pero no por ello había que dar la espalda a los ideales de los Jedi, de proteger a los débiles, de procurar la paz y la justicia. Yoda quema el árbol sagrado, pero Rey ya había recuperado los libros (y estoy seguro de que nuestro amigo verde lo sabía… por cierto, amé su intervención).

Yo también quería ver a Luke pateando traseros durante tres películas. Yo tampoco quiero pensar que nuestro héroe, después de El regreso del Jedi, se convierte en un viejo amargado y pusilánime (#NotMyLuke). Pero esta película lo redime, como la anterior le había dado a Han la oportunidad de reivindicarse y participar en una última misión heroica. Luke había intentado revivir el pasado (con su academia Jedi); ante ese fracaso, había dado la espalda a todo (hasta se había desconectado de la Fuerza), intentando dejar morir el pasado. Ninguno de los dos caminos era el adecuado.


Luke nos muestra que se había convertido en un gran Jedi con la maniobra con la que salva a los pocos sobrevivientes de la Resistencia. Se sacrifica para que los otros puedan construir un mañana mejor, siguiendo otros caminos. Dándole la espalda al pasado, Luke no había podido encontrar la paz, sólo la amargura y la soledad; es cuando aprende de sus errores, y usa ese conocimiento, ese poder adquirido, para brindar esperanza al futuro, es que Luke pude mirar la puesta de sol (el ocaso de su vida) y hacerse uno con la Fuerza.

Los planes temerarios ya no pueden servir contra un enemigo superior en armas y en números. Ante este panorama, lo más importante es la supervivencia. Por eso Leia degrada a Poe tras sacrificar a tantos pilotos para destruir una nave de guerra enemiga. Por eso el motín de Poe está destinado al fracaso. Por eso es que el sacrificio de la vicealmirante Holdo (uno de mis personajes favoritos de SW ipso facto), tenía sentido, mientras que el Finn no lo habría tenido. Holdo gana tiempo para que la Resistencia se pueda salvar. Finn habría muerto sin que nada bueno saliera de ello. Al impedirle sacrificarse, Rose abre la posibilidad de un futuro para ambos.

En las relaciones paralelas entre Poe y Holdo por un lado, y Rey y Luke por el otro, vemos precisamente que hay situaciones en las que los jóvenes deben respetar la sabiduría y prudencia de los mayores, y otras en las que los mayores deben reaprender el idealismo de los jóvenes. Al mismo tiempo, si Holdo le hubiera confiado sus planes a Poe se habría evitado un conflicto. Pasado, presente y futuro necesitan estar en constante diálogo.

El casino


“Qué hueva que quieran meter comentario social a la fuerza en Star Wars” han dicho los vatos que no han estado poniendo atención los últimos 40 años. Star Wars siempre ha tenido un subtexto político y siempre ha promovido valores progresistas y democráticos. Escribí toda una serie de textos al respecto. Aunque ciertamente, el discurso político es más contundente en algunas entregas que en otras (en La venganza de los Sith y Roge One, por ejemplo). La secuencia en Canto Bight es perfectamente consistente con eso.

También lo es con otra tradición starwarsiana. Una de las principales inspiraciones de estas películas son los viejos seriales cinematográficos de los años 30 y 40, tipo Flash Gordon. En este tipo de historias, nuestros héroes pasan de un peligro a otro, de una aventura a la siguiente. No todas se tratan de hacer avanzar la trama, sino de vivir emociones; tal es la estructura del serial. Por eso en cada película sucede alguna o más de una aventura que no tiene que ver directamente con la historia central.

¿Cuál es el punto de que Luke, Leia y Han se queden atrapados en contenedor de basura y se enfrenten a ese monstruo de hentai? ¿No podrían haber sólo salido de allí y la película sería igual? ¿Cómo contribuyó a la trama el episodio en el que Han y Leia quedan atrapados en el vientre de un gusano espacial gigante? ¿Tenía que ser tan larga la secuencia del palacio de Jabba? ¿El viaje por los mares de Naboo, la carrera de vainas, la persecución por las calles de Coruscant?

La secuencia de Canto Bight es sólo otro de esos momentos, aunque admito que quizá fue un poco más largo de lo necesario. Si algo no me gustó fue el diseño del casino. Obviamente hace referencia a Montecarlo (y no a Las Vegas, como han dicho a algunos despistados) y toma inspiración de las películas clásicas de James Bond. Mi problema es que lo hicieron de un aspecto demasiado terrícola; como que le faltó creatividad, exotismo, que se viera un poco más fuera de este mundo, que los juegos no se vieran idénticos a los de un casino terrestre. Pero realmente eso es sólo nitpicking mío.

En cambio, amé la química que había entre Rose y Finn. Me encanta que ellos dos sean los personajes por los que nadie da un peso. Son muy divertidos juntos y me dio mucho gusto verlos pasar de peripecia en peripecia. Además, que sean ellos dos los protagonistas de su propia línea argumental nos regresa a la esencia de la Trilogía Original, en la que los protagonistas eran no los caballeros Jedi en el apogeo de su poder ni los acaudalados políticos de la República, sino un granjero huérfano, un pirata, un viejo ermitaño de una era muerta y una princesa sin planeta. Es decir, los perdedores, los nadie, los que no tienen nada, o que han perdido todo lo que tenían y que con cada Episodio se van ganando un lugar en la historia de la Galaxia.

Por último, esta secuencia es consecuente con el espíritu de la película. En apariencia esta aventura no sirvió de nada y hasta terminó perjudicando a la Resistencia, pero no olvidemos que el fracaso, y lo que se puede aprender de él, es uno de los temas centrales. Además, aunque no consiguió su cometido, la incursión de Rose y Finn en Canto Bight sirvió para dejar ahí una semilla (entendí que a lo largo de Galaxia habría otras) que crecería para convertirse en una Rebelión contra la Primera Orden. La lucha nunca es en vano.

La representación importa


Decía que Star Wars siempre ha sido progresista. Si la Trilogía Original nos daba por héroes a una guerrilla revolucionaria, y la Trilogía de Precuelas nos dio por villanos a corporaciones interplanetarias, la Nueva Trilogía (y también Rogue One) ha querido resaltar el valor de la diversidad. Aunque tanto la Orden Jedi como la Alianza Rebelde siempre habían tenido una composición diversa (mujeres, minorías raciales y hasta alienígenas) en oposición al Imperio, blanco y masculino, el tema nunca había sido tan importante como ahora.

Nuestros nuevos protagonistas son dos mujeres (Rey y Rose) y dos hombres “de color” –como les gusta decirlo a los gringos- (Finn y Poe). En una época en la que blancos supremacistas y misóginos declarados están en la Casa Blanca y ascendiendo al poder en todo el mundo, un reparto así es una declaración de principios poderosa. Sin embargo, se diluye un poco cuando la Primera Orden también tenga mujeres y people of color entre sus filas, a diferencia del Imperio. Parece que la entidad dirigida por Snoke, aunque fascista, es menos racista y misógina que su predecesora.

Se ha resaltado como uno de los temas de esta Nueva Trilogía que las mujeres son asombrosas, mientras los personajes masculinos son bastante torpes. Algunos entusiastas han exagerado un poco; tampoco los personajes femeninos son infalibles. Pero definitivamente son presentados como bastante más competentes que sus contrapartes varoniles, y la clave está en un rasgo que es resultado de la educación que se nos da a hombres y mujeres en el mundo real: los hombres somos emocionalmente ineptos porque no se nos enseña a lidiar con nuestros sentimientos.

En ello se fundamenta toda la ventaja que tienen los personajes femeninos sobre los masculinos en Los últimos Jedi: las mujeres mantienen la entereza mientras los hombres se desmoronan (Leia frente a Han y Luke); mantienen la serenidad y cabeza fría cuando los hombres quieren lanzarse impulsivamente al peligro (Holdo ante Poe); conservan la esperanza cuando los hombres quieren abandonarla (Rey ante Luke y Rose ante Finn). De nuevo, esto no es tan absoluto; las mujeres también toman malas decisiones, y no olvidemos que había varias de ellas apoyando el motín de Poe, que también fue un conflicto entre generaciones.


Sin embargo, creo que se pueda ver la fuerza de este tema en la reacción del público. Hay una curiosa intersección entre perfil ideológico y apreciación de la película: muchos de sus haters más acérrimos (no todos, aclaro) han sido los antifeministas, los enemigos de la corrección política y derechairos en general. Para feministas entusiastas, la Vicealmirante Holdo es una mujer fuerte que no admitirá tonterías de ningún onvre temerario como Poe. Para los detractores, Holdo es una líder torpe que provocó un motín al no comunicar sus planes a sus subordinados.

Admitiendo que Holdo pudo haber informado a Poe de lo que iba a hacer, tengamos en cuenta que ella es la oficial de más alto rango en la Resistencia y que Poe acababa de ser degradado por idiota. Ella no tenía obligación de decirle nada a ese chavo, pues el alto mando sí sabía qué onda. La reacción de los haters nos dice mucho de su misoginia interiorizada: para ellos un hombre no tiene que seguir las órdenes una mujer, aunque ésta sea su jefa indiscutible, a menos que ella le rinda cuentas; si el hombre la desobedece poniendo en peligro todo el trabajo hecho, es culpa de ella por no haberlo convencido.

Respuestas así por parte de personas con inclinaciones reaccionarias han sido comunes ante las nuevas películas: los blancos supremacistas que han dicho “¡genocidio blanco!” por ser Finn uno de los protagonistas; los seguidores de Trump que llamaron a boicotear Rogue One; los hinchas que se quejan de los colores del reparto y dicen que “es sólo por corrección política”. ¿Y saben qué? Me da un chingo de gusto que estén tan ardidos.

Los caminos de la Fuerza son misteriosos


En Una nueva esperanza nos hablan de la Fuerza como la energía omnipresente creada por la vida, une la Galaxia y que le da su poder a los Jedi. En ese mismo episodio, deja muy ambiguo qué es capaz de hacer alguien que tiene el poder de la Fuerza. Algunas de las habilidades Jedi que luego damos por sentadas, en especial la de mover cosas con la mente, no aparecen sino hasta El Imperio contraataca, mientras que los rayos de Sidious y el lanzamiento bumerán de Vader sólo se dejan ver hasta El regreso del Jedi.

El caso es que no creo que la intención fuera establecer un número de poderes limitados y definidos. Así, no me molesta para nada, antes bien me encantó, que nos mostraran nuevas posibilidades del poder de la Fuerza: como el contacto interestelar entre Rey y Kylo o la magnífica actuación de Luke en el duelo final.

El vuelo de Leia sí se ve un poco bobo, pero me refiero a su aspecto, no al concepto en sí. Que Leia es poderosa en la Fuerza es algo que ya estaba establecido en las películas y los cánones viejo y nuevo. Que ella no necesitaba blandir sables de luz ni dar maromas, sino que la Fuerza se manifestaba en su fortaleza personal y en su capacidad para ser líder e inspiración a pesar a de las dificultades, no quita que no fuera capaz de usarla, aun sin entrenamiento, de forma casi intuitiva, para salvar su vida. No me parece que hubiera inconsistencia allí, además de que en el Canon de Leyendas hay un antecedente del uso de la Fuerza justo de esa manera (aunque por Luke).

Los misterios que no lo eran


Snoke (o, como me gusta llamarlo, Darth Gollum) es un villano aburrido. Una versión fea y barata de Darth Sidious. Sí creo que nos deberían explicar de dónde demonios salió y cómo llegó al poder, pero sólo porque es necesario para entender cómo el statu quo que dejamos en Episodio VI se convirtió en lo que vemos al inicio del Episodio VII, y no porque el personaje tenga algún interés en sí mismo. Agradecí que lo despacharan, de verdad.

También me pareció brillante el “misterio” de los padres de Rey (y eso que tenía mi propia teoría con todo y árbol genealógico). Fue una pintada de dedo para todos los fans y sus teorías en las que todo mundo tiene que ser pariente de alguien más. Pero también es consistente con la esencia de Star Wars. Luke y Leia eran los hijos de un legendario caballero Jedi, pero Anakin era un esclavo que vivía en un rincón inhóspito de la Galaxia.

En la ideología de Star Wars existen individuos con habilidades y talentos superiores a los de los demás; los malvados las usan para sus propios fines egoístas y los bondadosos se convierten en líderes que trabajan para el beneficio de los demás. Pero estos individuos pueden surgir de cualquier parte, sus orígenes pueden ser los más humildes o los más ilustres, lo mismo de la nobleza de Serenno que de un establo en Canto Bight. Sus orígenes no importan: son sus acciones y sus decisiones lo que los definen.

Me gusta que hayan dejado de lado esos dos “misterios” inútiles. Star Wars nunca se ha tratado de resolver enigmas. La identidad de Vader fue un giro argumental, una sorpresa, no un misterio sobre el que todo mundo estuviera especulando. Espero que a Abrams no se le ocurra meter otro misterio que luego vaya a dejar sin respuesta (no olvidemos que él nos vio la cara de pendejos por años con Lost). Ahora sólo falta ver cómo rayos el sable de Anakin llegó a manos de Maz Kanata después de haber caído al interior de un gigante gaseoso.

Los villanos de Star Wars y los fans


Hay una tradición de fans de Star Wars por enamorarse de villanos cuyo único mérito es verse chidos y creer que eso los hace grandes personajes. Como no lo son y nunca se pretendió que lo fueran, la película los despacha rápido y fácil. Entonces los fans se rasgan las vestiduras y reclaman que hayan “desperdiciado”. Así con Boba Fett, con Darth Maul y ahora con Phasma.

Pero no, ñoños, no son “grandes personajes” (por lo menos, no en las películas, el EU es otra cosa), sólo se ven chidos. No los desperdician; los quitan porque no tienen nada que hacer ahí. Que luego aparezcan encabezando en las listas de “los mejores villanos de Star Wars” nos dice mucho de la superficialidad del fan promedio, que en cambio es incapaz de apreciar a otros personajes mucho más interesantes como Tarkin o Dooku, porque ellos no se ven chidos.

Lo que quiero decir es que me tiene sin cuidado que se hayan echado a Phasma y a Snoke tan fácil y que a ustedes tampoco debería importarles mucho.

Hace mucho tiempo, en una Galaxia muy lejana…


Me sorprendió mucho el odio que despertó esta cinta en buena parte de la fanaticada. Puedo entender que hubiera gente a la que no le gustara tanto, pero cuando supe que algunos andaban diciendo que la odiaban, que era una porquería, que se habían salido del cine y demás, me quedé pasmado. Las cosas se han puesto feas desde entonces, con ataques personales: “los que no opinaron sobre la cinta como yo son unos imbéciles” o “los verdaderos fans son los que piensan así y no asá”.

Pero aunque lamento que esto haya pasado, saludo lo que significa: estemos ante un trabajo osado. Es mejor que una película provoque controversia a que se quede en la “zona de confort” como Episodio VII. Lo dicho, muchas de las cosas que molestaron a los detractores me parecen lo mejor de la película.

El caso es que si Los últimos Jedi causó reacciones tan fuertes es porque se trata de una película rica en contenido. Es una de las mejores de la saga, de las que presenta sus temas con mayor contundencia, de las que permite crecer más a sus personajes, una que tiene tantas aristas y ángulos que seguramente seguiremos hablando de ella por meses y por años. De hecho, este análisis podría prolongarse por muchas líneas más.

Esperemos que el Episodio IX sepa mantener el estándar. Y por favor, que incluyan a Mara Jade.


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10 comentarios:

César dijo...

Me gustó tu crítica, resaltad muy bien los puntos buenos que hay en la película y lo argumentas muy bien sin caer en lo que he leído mucho últimamente: que si no te gustó TLJ estás mal y ya. Pero debo decir que dejas de lado muchas cosas mucha gente que no es "fanboy" empedernido detestó, y no es más que lo irregular que es la película.

Está llena de incoherencias (tratas de justificarlas, por ejemplo con Leia, pero la forma en que se muestra en TLJ entra en conflicto con lo que se ha planteado desde el inicio de la saga de manera muy chocante. Por ej. ¿Cómo es posible que Anakin siendo el elegido, y Luke y Leia siendo sus hijos, les costara más tiempo y trabajo estar en sintonía con la fuerza que Rey?), inverosimilitudes (ejemplo lo ridícula que es la situación con el Supremacy y todo el ejército de la Nueva Orden cazando la nave rebelde. ¿En serio solo tienen dos velocidades? ¿La de la luz y la caracol?), mala narrativa (el ritmo es muy malo y perdemos mucho tiempo con la persecución tortuga en el espacio y la escena del casino que, planteará cosas interesantes, pero profundiza casi nada y todo lo bueno que se saca de ahí es en base a pura exposición), lo mal implementado que está el humor (no me molesta que haya chistes o comedia, de hecho siempre ha habido comic reliefs en SW, pero en serio desde Jar Jar no se veía tan pésimamente ejecutado este aspecto), y así varias cosas.

La película me pareció correcta cuando la vi, y en cierta forma un paso adelante respecto a Episodio VII, pues como dices plantea cosas mucho más interesantes. El problema es que la mayoría de las veces solo las plantea y nunca, o casi nunca, profundiza en ellas. Me hubiera gustado ver todo lo bueno que supuestamente deja la escena del casino con la película centrándose en esos problemas en lugar de usar el tiempo para contar un mcguffin que no sirve de nada (como paréntesis, Finn aquí repite el mismo conflicto que tiene en TFA, lo que se me hace una tontería). Me hubiera gustado ver, no una explicación detallada, pero algo de trasfondo con Snoke. No pido un prólogo o algo, pero algo que nos indicara porqué está dónde está. Carajo, se podría haber contado más con un mejor diseño de su habitación en lugar de ese cuarto rojo sin chiste. También me hubiera gustado ver qué se profundizará en la resignificación de la Fuerza en lugar de solo un par de diálogos de Luke. Me hubiera gustado ver qué las razones de Luke para querer acabar con Kylo fueran más fuertes (estamos hablando del mismo Luke que prefirió tratar de convertir a Vader en lugar de matarlo...). Y son cosas que digo basándome en lo que la película ofrece, no teorías tontas que se fueron formando durante dos años. (1/2)

César dijo...

Es muy chocante para un espectador promedio con cierto 'fanatismo' por SW ver lo mal que se está desarrollando esta nueva trilogía. Es como dices al inicio, las otras dos cuentan historias redondas, pero esta va dando traspiés y nomás no avanza a ningún lado.

Todos estos problemas devienen de TFA (mistery boxes que no sirven de nada) y creo que esto no es un problema menor, sino expone uno grande. Dirán que las otras dos trilogías tmb se iban escribiendo sobre la marcha, pero Lucas sabía hacia donde se estaba dirigiendo mientras que ahora no es así; se va improvisando sobre la marcha y eso es un error garrafal pues estamos a una película de cerrar una trilogía y una historia, y creo que es muy probable, on the big picture, ya sepamos en qué va a acabar... Vaya, que en conclusión son muy mediocres en muchos aspwctos, y eso es algo que a muchos nos tiene disgustados. Dudo que todos los que no gustaron de TLJ sean fanboys, solo que la opinión de ellos resuena because redes sociales y su intensidad de fanboys. :v

Estas nuevas películas tristemente solo son un prólogo a un "universo cinematográfico" y nuestra referencia a eso son los de Marvel y los de DC, y ambos son un desastre artísticamente hablando (comercialmente no, pero eso es algo que a mí como espectador me importa poco). Aún queda la esperanza de que la grandeza de SW regrese con las películas que preparara Rian Johnson, pero a ver cómo avanza eso. Disney le gusta de estirar el chicle y no me sorprendería que esas nuevas películas parezcan de nuevo prólogos a otras historias para así nunca acabar de hacer películas de SW hasta que de plano el respetable se termine hartando (y va a pasar). (2/2)

Jacob dijo...

En verdad me esperaba que la película fuera mala, o por lo menos mediocre, por las críticas de los fans, pero pocas veces he salido del cine tan satisfecho.

La sensación de sorpresa al ver un blockbuster en estos días. TLJ logró tomarmr por sorpresa, emocionarme y hacerme reír, y los mensajes que transmite me parecieron muy importantes (y algunos especialmente relevantes para los tiempos que corren).

Salí del cine con corazón que se me salía del pecho.

En verdad no me gusta que la gente ponga su opinión por encima de la de los demás, ¿pero como pueden decir que la subtrama de Finn y Rose esté demás cuando le película trataba el tema del fracaso como maestro? Simplemente no tiene sentido. (Y el momento de "Venceremos salvando lo que amamos" me pareció el mejor de la película).

PD: Creo que si la película hubiera sido mala de verdad se me habría roto el corazón (como me pasó con Duncan Jones en Warcraft y con David Ayer en Suicide Squad)... Después de Brick y Looper me esperaba algo realmente bueno de Rian Johnson...

Jacob dijo...

La sensación de sorpresa al ver un blockbuster en estos días es oro.*

Sexto Empirico dijo...

Estoy de acuerdo con tu reseña. La película, en sí misma, es buena y la disfruté. Johnson se esforzó por corregir muchas de las cosas que no me gustaron del episodio VII, Kylo Ren ahora es mucho mejor villano, por ejemplo. Me sorprende que te sorprenda la reacción visceral de varios fans. Llevan 18 años gritando como maníacos cada vez que se mencionan las palabras "Amenaza Fantasma", y otras como "Ataque de los Clones" y "Revancha de los Sith". Palabras que coinciden con los títulos de mis películas favoritas de Star Wars.

Caifan dijo...

Master. Completamente de acuerdo, lo escribiste exacto.

jose loayza dijo...

Muy de acuerdo

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con esta crítica, y que si, de acuerdo, hay puntos malos en la película (por ejemplo, les quedan seis horas de combustible pero Finn y Rose pueden viajar al otro lado de la galaxia y volver a tiempo incluso cuando ya está establecido que incluso yendo a velocidad luz tardas una semana en recorrer esa distancia) pero incluso con eso la película es entretenida a rabiar y te deja con la duda de que es lo que pasará después, si habrá elipsis temporal o continuará desde aquí, si Rey buscará más jedi, etc...

Pero claro siempre hay gente que hará mucho ruido para que se les note (por ahí hay un youtuber que ha convertido un canal en el que se dedicaba a críticas de juegos al que ha convertido en un sitio para echar m*** sobre cualquier cosa de la saga y se nota por que lo ha hecho: por captar seguidores y likes aunque sean de gente que sólo se mete a los comentarios para criticar cualquier cosa) y que tratarán de desmontar cualquier opinión positiva de todas las maneras posibles.

Y respecto a Phasma pues ha pasado lo mismo que con Grievous, que lo pintaban cómo lo más de lo más en villanos secundarios y al final del día era un cobarde miserable,y la gente se quejó exactamente por esta misma razón.

Anónimo dijo...

Has leido el blog llamado el informe de blue striker en lo personal lo considero tu contraparte

Boris Alliot dijo...

Amé tu reseña. Me tranquiliza un poco ver que no soy el único loco que apreció mucho esta película injustamente tratada. The Last Jedi es la película mas filosófica de toda la saga y sin renunciar a la acción y aventura reales de sus antecesoras y personalmente creo que recibió tanto hate solamente por atreverse a desmitificar algunas vacas sagradas de la saga: los jedi fueron irresponsables al dejar surgir a los Sith y mas al no hacer nada frente a la notoria ambiguedad de Anakin incluso delante de sus ojos y todavía sin llegar a ser Vader. Luke es humano, comete errores, pero como tal también busca reivindicarse y vaya que lo termina haciendo.
Lo de los papeles femininos y masculinos me tiene sin cuidado, los fans, eternos idealizadores de sus fanatismos por la cultura pop, no entendieron que el fuerte de SW nunca fueron los personajes sino las historias. Lo siento, Luke jamás fue carismático y Anakin fue un muchachito insoportable a lo largo de sus tres películas. Rey no me parece una gran protagonista pero ¿lo era Luke? ¿Por qué?

Y el final es simplemente maravilloso. Así y todo Luke vuelve con un manejo y una relación con la fuerza que están a otro nivel, puede usarla para proyectarse y hacer una última tarea del heroe antes de fundirse en ella en el atardecer, una escena hermosamente poética.

Si desprecias The Last Jedi por las mujeres, los negros o la desmitificación, tal vez lo tuyo sea la saga de Rambo, no lo sé. Saludos.

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