Hola, mexicanos y vecinos del
sistema solar. Estoy de regreso tras la recuperación que requería la cruda
postelectoral… y la cruda literal de las primeras fiestas del verano. Sé que
están ansiosos de que comparta mis pensamientos acerca de la esperada y al
mismo tiempo sorpresiva victoria de Amlo en las elecciones del pasado 1 de
julio. Bueno, quizá “ansiosos” no están, pero yo sí necesito escribir estos
debrayes para poner mis ideas en orden.
Decía que la victoria de Amlo era
esperada porque así lo anunciaban las encuestas y prácticamente todos los
textos de análisis político que se publicaron en los meses anteriores a la
votación. Pues creo que éramos varios los que, con todo y eso, temíamos que la
mafia del poder nos pudiera salir con alguna sorpresita y que se nos cayera el
sistema a media noche para dar como ganador a Anaya o Meade.
Pero si el triunfo de Amlo era
esperable, lo que sorprendió fue la aplastante victoria de su
partido, Morena en diversas gubernaturas, alcaldías y en las cámaras. Eso
sí yo no lo vi venir; pensé que los tres poderes y los tres niveles de gobierno
quedarían divididos más o menos parejamente entre PRI, PAN y Morena. Ahora nos
enfrentamos a un escenario en el que el partido de Amlo tiene una presencia
inusitada en todas partes.
Eso puede ser bueno y puede ser
malo. Morena podrá hacer y deshacer con mucha libertad de maniobra. Dependerá
mucho de cómo use Morena ese poder, si para traer el cambio que se necesita, o
para beneficio exclusivo de sus
militantes y aliados (en especial de la panda de papanatas
que están subiendo al poder ahora). Muchas cosas pueden salir bien o mal, pero
nosotros, como sociedad, podemos hacer nuestra parte para empujar el timón
hacia el rumbo que nos conviene a todos.
La esperanza de México
En mi debraye sobre el
Peje y qué esperar de él, decía yo que como persona es mucho menos progre
de lo que muchos de nosotros quisiéramos. Es un viejito mocho, pues. Pero un
viejito mocho que de verdad se preocupa por los pobres (le creo) y que promete
acabar con la corrupción (creo en su sinceridad, soy escéptico de su
capacidad).
En cuanto a Morena, a las
personas que ahora suben junto con Amlo, hay una diversidad tan enorme que es
muy difícil saber qué esperar de cada caso. Están todos aquellos oportunistas
del PRI y el PAN que se pasaron a Morena cuando vieron quién sería el ganador.
Pero también hay personas que merecen todo mi respeto, gente comprometida con
las causas e ideales de la izquierda.
Un pequeño, pero significativo
ejemplo: Olga Sánchez Cordero, ex ministra de la Suprema Corte de la Nación y
virtual secretaria de Gobernación del próximo presidente. Como ministra se
destacó por sus posturas progresistas y su trabajo a favor de los derechos
humanos. Como Secretaria de Gobernación ocuparía el que es prácticamente el
segundo cargo más importante del país (además de ser la primera mujer en
hacerlo).
En las últimas semanas ha
anunciado que trabajará en pos de políticas como la despenalización
de la marihuana, la legalización del aborto, la amnistía para que delincuentes que no han cometido crímenes
violentos relacionados con el narcotráfico (como el narcomenudeo o el cultivo
de marihuana) puedan apartarse de la vida delictiva y reintegrarse a la
sociedad (por favor, lean
bien de qué se trata antes de escandalizarse), el derecho a la eutanasia y la
autonomía del poder judicial en los estados (además de refrendar su
compromiso con los derechos humanos). ¡Vaya, no es poca cosa!
Hablando de “la primera mujer
que”, de estas elecciones resulta el
primer gabinete paritario de la historia, es decir, que tendrá una mitad de
hombres y una mitad de mujeres. Sorprendentemente, esto
mismo ha ocurrido en ambas cámaras: nunca las proporciones habían sido tan
equitativas. Sí, sé que muchos piensan que no importa el género de los
funcionarios, sino que sean honestos y competentes, y en principio tienen razón,
pero no me van a decir que los otros gabinetes y las otras legislaturas,
predominantemente masculinas, han sido súper equipos de ensueño en los que cada
uno de sus miembros había ganado su lugar por sus propios méritos. Así que,
como se quiera ver, esto representa un avance, aunque sea simbólico, y abre las
puertas a una mayor participación de las mujeres en la política, que puedan
estar allí para representar sus intereses y defender sus derechos.
Factores como éstos, y detalles
como que en uno de sus discursos de victoria, Amlo se ha convertido en el
primer presidente en hacer referencia a las
personas de todas las preferencias sexuales, pueden parecer pequeños a
simple vista, pero teniendo en cuenta el atraso en que México se encuentra en
esos temas, pueden llegar a ser muy significativos y los anuncios de grandes cambios por venir.
Zombies everywhere!
Pero así como las cosas pueden
resultar bien, pueden resultar mal, o por lo menos ser decepcionantes. La victoria de
Morena mandó al PRI a un agujero más profundo del que había estado después
de 2006. El PRI perdió todas las gubernaturas en las que hubo elecciones este
año y se ha convertido en una fuerza insignificante en las cámaras. ¡Eso es
digno de celebración! Espero que a ese grupo delictivo disfrazado de partido
político le queden pocos años de vida. Pero también temo que el PRI pueda
sobrevivir entre las filas de Morena como Hydra en SHIELD… Ya muchos priistas
están allí, pero además el ADN político del PRI, la forma de concebir el actuar
el político, es muy insidioso y tiende a permanecer en nuestra cultura, sin
importar los partidos. El afán de Amlo de no
enemistarse con Peña me parece preocupante.
El
Ejército Zapatista de Liberación Nacional anunció que se mantendrá distante
de Amlo. Esto es completamente congruente con la trayectoria del EZLN, que
siempre ha mantenido una postura escéptica y desconfiada de las instituciones
políticas mexicanas y de la democracia electorera. El texto con el que lo
anunciaron está medio mamón, pero el punto es comprensible: mientras el sistema
siga siendo capitalista, el cambio no será significativo. De todas formas, me
alegro de que los zapatistas estén ahí, porque se necesita de una oposición que
no deje de señalar las deficiencias del sistema político mexicano, y de
proponer vías alternativas para la mejora de las condiciones de vida de los
indígenas.
Por supuesto, cuando salió esa
noticia, no tardaron en aparecer los fans incondicionales del Peje, que se
dedicaron a tachar a los zapatistas de “traidores”, “ridículos” y hasta “perros
del PRI”. Ésa es la parte que me preocupa: que cuando haya críticas, disenso u
oposición al Peje, no importa de dónde vengan, sus seguidores se encargarán de
deslegitimarlas y ningunearlas. Esto puede ser un obstáculo para quienes
quieran transformar al país de formas que vayan más allá del proyecto
morenista.
Como ya había dicho antes, los
zombis anti-peje son por lo menos tan tontos como los pejezombis. La
victoria de Amlo los hizo deshacerse en berrinches llenos de clasismo y
racismo. Una parte privilegiada de la población de verdad cree que a) son ricos
porque lo merecen, porque son mejores y más listos que los demás; y b) su
rechazo al Peje proviene de esa superioridad intelectual y moral. Para empezar,
creerse la
falacia de la meritocracia capitalista ya requiere sus buenas dosis de
ingenuidad e ignorancia. Pero además es de risa loca ver a un montón de nenes
fresas vomitar ignorancia mientras acusan a los demás de ignorantes.
Quienes rechazan al Peje tienen la oportunidad de convertirse en una verdadera oposición… si se educan en historia y política, si empiezan a leer libros, periódicos y artículos de análisis. Es la oportunidad para que mejoren su cultura política. Pero si en vez de eso se quedan con memes y prejuicios de clase, entonces lo único que lograrán será jugar un papel análogo al de los rednecks que se oponían a Obama: hacer el ridículo repitiendo la consporanoia de que el señor es comunista y va a quitarles sus escopetas. Y no porque Amlo sea comparable a Obama, sino porque hasta ahora los anti-Amlo han demostrado tener la profundidad de análisis que el televidente habitual de Fox News (o peor: InfoWars). Por los menos los rednecks tienen la justificación de ser mayormente pobres y no tener acceso a una buena educación… Los niños fresas y las señoras fufurufas, ¿qué excusa tienen para seguir creyendo tanta pendejada?
Por último, quisiera despejarnos
(pun not intended) de algo que se ha
estado repitiendo mucho desde hace tiempo: la noción de que Amlo es el
equivalente mexicano a Trump. Es una idea tan absurda que no puede ni siquiera
tomarse en serio, y que sin embargo ha estado apareciendo en diversos medios de
opinión.
Pero, ¿en qué se parecen Amlo y
Trump? Las similitudes relevantes son pocas; es cierto que Amlo es populista, en
el sentido de que apela a las emociones de las masas y plantea una dicotomía
entre el pueblobueno y la élite en el poder que ha echado a perder a un país
que podría ser grandioso. Otra similitud es que ambos parecen estar excesivamente
convencidos de su propia grandeza y de que estar en el poder es todo lo que se
necesita para solucionar las cosas.
Pero, fuera de eso, ¿qué hay de
comparable? ¿Acaso Amlo ha mantenido discursos de odio contra los inmigrantes o
los musulmanes? ¿Hay grabaciones de él alardeando de haber abusado sexualmente
de las mujeres? ¿Acaso Amlo está siendo respaldado por grupos de odio como el
Ku Kux Klan o la Alt-Right? El Peje ha dicho algunas tonterías, como lo de los ventiladores de energía eótica y lo de que sacar petróleo no tiene ciencia, pero ¿ha hecho burla de los discapacitados? ¿Ha dicho
Amlo que los derechos humanos deban ser ignorados o violentados? ¿Ha amenazado
con guerras comerciales contra otros países o ha alienado a nuestros aliados
tradicionales? O los miembros de su equipo, ¿acaso Olga Sánchez o Tatiana
Clouthier se parecen en algo a los racistas y misóginos como Michael Pence y
Jeff Sessions?
Baia, baia
Ya sé: algunos comparan las
constantes alusiones del Peje a la ambigua “mafia del poder” con el discurso de
odio trumpista contra los inmigrantes (¡o incluso con el odio de Hitler contra
los judíos!). Esto es absurdo a niveles de subnormalidad. Aunque el concepto de
“mafia del poder” es fluido y convenenciero, ¿quién negaría que la clase
política mexicana tiene un problema de corrupción y abuso de poder gigante? Ciertamente
no los datos. ¿Cómo puede compararse el achacar culpas a ricos, poderosos y
sabidamente corruptos, con predicar el odio hacia grupos históricamente
perseguidos? Digo, a menos que quieran invocar los fantasmas del “clasismo
a la inversa” y otras ficciones.
Entonces, ¿de dónde viene esta
insistencia en compararlos? En México, me parece, viene de la tradicional
pejefobia y de que el discurso de la “guerra sucia” de 2006 ha cambiado poco.
Pero, cuando se trata de medios anglosajones como The
Washington Post, The
Wall Street Journal y The
Economist, ¿cómo explicarlo? Bueno, cuando pensamos que la misma gente hizo
la
igualmente ridícula equivalencia entre Trump y Bernie Sanders, la cosa me
parece que se explica por una miopía en el establishment liberal centrista (ése que quería hacer pasar a Clinton como "izquierda").
De hecho, leyendo esos artículos, parece que lo que más les preocupa es que la
política económica del Peje sea nacionalista, proteccionista y con miras a
coartar el libre comercio. Tampoco
es que Amlo sea una amenaza al neoliberalismo, pero por alguna razón su
discurso pone nerviosos a algunos. Como ya había dicho, hablando de las
razones económicas del ascenso de la ultraderecha en los últimos años:
La ceguera de los defensores del establishment se ve también en su incapacidad de distinguir entre diferentes manifestaciones de descontento, y entonces ponen al Tea Party y a Donald Trump en el mismo saco que Occupy Wall Street y Bernie Sanders. Desde el punto de vista del establishment, todos son movimientos de advenedizos que se atreven a cuestionar la sabiduría de la clase política y la eficacia del sistema, y que enardecen a las masas (que de otra forma no darían lata).
Que de un lado se predique el odio, el miedo y el regreso a un pasado idílico que nunca existió, mientras que del otro se predique la esperanza, la justicia social y un futuro que puede ser mejor para todos, no parece marcar ninguna diferencia para los defensores del establishment.
Una y otra vez, los intelectuales
del liberalismo centrista fallan en reconocer las causas del descontento social
y en vez de combatirlas o por lo menos denunciarlas, insisten en defender un statu quo caduco con la premisa de que “podríamos
estar peor”. Este texto de Yascha
Mounk de Foreign Affairs, que también cité en aquella entrada,
lo explica muy bien:
“El populismo de izquierda, que se revitaliza entre las democracias occidentales, se concentra en asuntos económicos. A diferencia de su contraparte en la derecha, cuyas plataformas se basan en amenazas exageradas o inventadas, ellos se enfocan en problemas muy reales: corrupción gubernamental y corporativa, desigualdad económica creciente y el estancamiento de la calidad de vida.
Estos populistas económicos están en lo cierto al señalar que las democracias contemporáneas están lejos de ser infalibles. Dejada a sí misma, la democracia capitalista tiene una tendencia a poner más poder en manos de los ya poderosos y más riqueza en manos de los ya ricos. Para contrarrestar esta gradual erosión de la justicia económica y política, las democracias necesitan ocasionales erupciones de ira popular. En este sentido, el populismo de izquierdas puede ser un correctivo importante a la tentación autocomplaciente a la que toda élite es susceptible a caer tarde o temprano.”
Tampoco es que Amlo sea un Bernie
Sanders mexicano; le falta la congruencia ideológica y el compromiso con las
causas sociales progresistas, entre otras virtudes. Pero sí las formas de
pensar izquierdistas que encontraron su cauce en la candidatura de Sanders son
muy similares a las que se han sumado al proyecto del Peje.
En fin, para leer artículos más
centrados acerca de Amlo, es mejor checar las siguientes piezas de The
New Yorker, Al
Jazeera, The
Jacobin y sobre todo Democracy
Now. Hasta la
cobertura de John Oliver, aunque simplificada, es bastante más equilibrada
que otras en medios nacionales y extranjeros. El comediante británico dijo que
Amlo es una extraña mezcla con un poco de Trump y un poco de Bernie Sanders… La
mayoría de los medios, por supuesto, sólo tomaron nota de la comparación con
Trump.
¿Qué nos espera? Les voy a confesar algo: como a muchos mexicanos, el triunfo de Amlo me llena de optimismo, pero no por él, sino por las oportunidades que se abren. Lo cierto es que
no podemos permanecer pasivos hasta que nos lluevan soluciones del cielo. La
participación de la ciudadanía sigue siendo tan vital como siempre, si no es
que más, porque tengo la confianza que se abrirán muchos nuevos espacios para
que ésta tenga más influencia. Éste es el momento para que grupos activistas y
organizaciones de la sociedad civil encaminen sus esfuerzos a impulsar los
cambios que no serán iniciativa del nuevo gobierno.
Es el momento para que grupos
feministas y LGBTQ+ presionen a los nuevos funcionarios electos para que saquen
a nuestro país del atraso en materia de derechos para estos grupos. El momento
para atacar el clasismo y el racismo en nuestra cultura, que se manifiestan
furibundamente en el
descontento de los anti-peje ardidos. En fin, que se nos anuncia la
oportunidad de crear, construir, transformar muchas cosas en nuestro país. Éste
podría ser el inicio de una nueva primavera democrática para nuestro país.
Después escribí sobre cómo nos fue con Amlo:
5 comentarios:
Saludos amigo, me gusta el contenido de está página y las publicaciones que pones, hablando del páginas anti-peje desde hace tiempo me encontré está página:http://falsomesias.blogspot.com/
En lo único en lo que concuerdo con tu texto es que fue (es) estúpido comparar al peje con Trump cuando lo único que tienen en común es que cada uno le dijo a su electorado lo que quería escuchar: Muerte a los migrantes y muerte a la mafia del poder, respectivamente.
De lo de sus promesas, el combate a la corrupción es risible. Está rodeado de consumados corruptos y que no haga algo al respecto sólo dice dos cosas: o es un idiota (por no verlo) o es tan corrupto como sus allegados.
De lo otro, como anti peje estoy relativamente optimista y creo que los peje fans deberían preocuparse, con eso de que ya empezó a echar para atrás algunas de sus promesas bandera de campaña lo que vaticina que todo va a seguir relativamente igual... pero me preocupa que todavía se ve en el horizonte eso de que va a haber dictadura (eso de poner vice gobernadores tiende a levantar algunas banderas rojas... ¿entienden? banderas rojas XD).
A mí se me antoja más comparar a Amlo con Macron o PPK, pero no he hecho un esfuerzo profundo así que no sé qué podría salir.
Si bien a mi AMLO no me entusiasma mucho, no me agrada el hecho de que su movimiento gire demasiado en su persona y la presencia de ciertas personas en el, joder el pato zambrano como su candidato en Monterrey, sus actos despues de ganar me dan cierta confianza, en especial la idea de expulsar de morena a Alejandra Leon, despues de su "festejo" de ganadora y deseo que su lucha anticorrupcion rinda frutos, pero tambien espero que abarque todas las areas politicas, culturales, deportivas. Tambien me alegra que muchos partiditos remoras pierdan su registro.
Tambien creo que la gente debe de empezar a usar mas su cerebrito, me a tocado ver cientos de publicaciones, que piden que se expulse del pais a personas que supuestamente dijeron que si AMLO ganaba se irian del pais (En Estados Unidos paso lo mismo con Trump), sin embargo en muchos casos parecen ser chismes inventados e incluso algunos de ellos son obvios fakes, tambien se debe empezar a diferenciar entre las expresiones de gente resentida que saca a lucir sus prejuicios y la critica justa hacia AMLO y su gobierno, no se me olvida la militante de morena que sugirio una quema de libros de Vargas Llosa, empezar a obviar los defectos de los "nuestros" es el camino a la corrupcion.
Por otro lado todos esos clasistas deben empezar a ver que en muchos casos no gano AMLO, si no que perdio el PAN y PRI, mucha gente que conosco no votaron por AMLO en el pasado simplemente su plan de gobierno no les parecia atractivo, pero ahora votaron por el por el hartazgo hacia los malos gobiernos del PAN y la desvergonzada corrupcion de los ultimos gobiernos del PRI, e incluso podria adjudicar su "credito" a empresas que explotan a sus trabajadores, el clasismo de muchos mexicanos, ellos tambiern colaboraron para crear ese ambiente que hizo que mucha gente se decantara por AMLO.
De igual manera Morena debe de ver que ese enojo ayudo a que lograran estos resultados, y buscar la manera de lograr un buen gobierno, de lo contrario en algunos años mas, ellos mismos estaran contados dentro de la Mafia del Poder o Prianrena.
Coincido contigo en que espero que esto traiga un cambio en la politica mexicana y que nuevos partidos y grupos civiles surgan de la debacle de los antiguos partidos politicos.
"Quienes rechazan al Peje tienen la oportunidad de convertirse en una verdadera oposición… si se educan en historia y política, si empiezan a leer libros, periódicos y artículos de análisis"
Claro, porque Woldenberg, Bartra, Reyes Heroles, Silva-Herzog et al son unos analfabetos políticos que no han leído ni libros ni periódicos ni artículos. He aquí su manía de identificar toda la oposición a AMLO con lo que luego se llamaría FRENAAA. He aquí su deshonestidad intelectual, su cherrypicking, su falacia de generalización, su hombre de paja. Demostrado sin lugar a la menor duda.
Pero claro, yo soy pendejo por señalarle los enormes defectos de su pensamiento. :D
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